soMed - Temas a Debate

En este apartado nuestra intención es tratar temas que nos parecen de sumo interés relacionados con la mediación en sus diferentes ámbitos.


LA INTELIGENCIA EMOCIONAL (GOLEMAN, D)

"Goleman afirma que la inteligencia emocional incluye dos tipos:
· La Inteligencia Personal: está compuesta a su vez por una serie de competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia comprende tres componentes cuando se aplica en el trabajo:
Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender en uno mismo las propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo. Esta competencia se manifiesta en personas con habilidades para juzgarse a sí mismas de forma realista, que son conscientes de sus propias limitaciones y admiten con sinceridad sus errores, que son sensibles al aprendizaje y que poseen un alto grado de auto-confianza.
Autorregulación o control de sí mismo: es la habilidad de controlar nuestras propias emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros. Las personas que poseen esta competencia son sinceras e íntegras, controlan el estrés y la ansiedad ante situaciones comprometidas y son flexibles ante los cambios o las nuevas ideas.
Auto-motivación: es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y persistencia en la consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y encontrando soluciones. Esta competencia se manifiesta en las personas que muestran un gran entusiasmo por su trabajo y por el logro de las metas por encima de la simple recompensa económica, con un alto grado de iniciativa y compromiso, y con gran capacidad optimista en la consecución de sus objetivos.
· La Inteligencia Interpersonal: al igual que la anterior, esta inteligencia también está compuesta por otras competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás:
Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales. Las personas empáticas son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y motivaciones, que normalmente tienen mucha popularidad y reconocimiento social, que se anticipan a las necesidades de los demás y que aprovechan las oportunidades que les ofrecen otras personas.
Habilidades sociales: es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en saber persuadir e influenciar a los demás. Quienes poseen habilidades sociales son excelentes negociadores, tienen una gran capacidad para liderar grupos y para dirigir cambios, y son capaces de trabajar colaborando en un equipo y creando sinergias grupales".

Habilidades sociales en los niños

Artículo de ........
Hemos podido observar con frecuencia cómo muchos niños no saben relacionarse de modo saludable, comportándose de modo retraído, tímido, aislado, agresivo o pasivo. Los niños que carecen de los apropiados comportamientos sociales experimentan aislamiento social, rechazo y, en conjunto, menos felicidad. Las habilidades sociales son las capacidades que desarrollan las personas para relacionarse con los demás -padres/madres, hermanos(as), maestros(as) y amigos(as)-. Este término también se puede definir como el conjunto de comportamientos eficaces en las relaciones interpersonales; por ejemplo, hay habilidades muy simples, como escuchar, compartir, apoyar, animar, respetar y aceptar diferencias, entre otras. Sin embargo, también existen habilidades más difíciles, como son tener que decir "NO" a un amigo(a) cuando no se comparte la decisión y no se quiere que se enfade o resolver conflictos.

El incremento del interés por promover las habilidades sociales infantiles ha venido dado, en parte, por los avances en la investigación que han demostrado la importancia de la competencia social en la infancia para el posterior funcionamiento social, académico y psicológico. Las habilidades sociales no sólo son importantes por lo que se refiere a las relaciones con los demás, sino que también permiten que el niño asimile papeles y normas sociales. Las deficiencias en dichas habilidades se han relacionado con el desarrollo de una baja autoestima, pobre rendimiento escolar, problemas de conducta en el aula y acoso escolar, pudiendo afectar dichas deficiencias en la vida adulta, prolongándose o exagerándose. Algunos indicadores que nos ayudan a reconocer a un niño/a con déficit de Habilidades Sociales serían los siguientes:

- No se acerca a otros de forma positiva
- Tiene problemas de relación con los profesores y/o los padres u otros adultos
- No expresa sus deseos y preferencias de forma clara
- No sabe hacer valer sus derechos
- Es fácilmente intimidado por niños/as violentos o agresivos
- Expresa sus frustraciones discutiendo o agrediendo a otros
- Se muestra excesivamente tímido o inhibido
- No participa en los juegos, ni se gana el acceso a los grupos
- Tiene dificultades para tomar o respetar los turnos
- No muestra interés por otros, ni intercambia información apropiadamente
- No sabe negociar ni convencer a otros
- Trata de llamar la atención de forma poco apropiada
- Usualmente es abandonado, rechazado o ignorado

Afortunadamente, las habilidades sociales se adquieren, principalmente, a través del aprendizaje (por ejemplo, mediante la observación, la imitación, el ensayo y la información) y por tanto pueden adquirirse y mejorarse a través de un entrenamiento adecuado. Así, los niños pueden aprender cómo relacionarse con los padres, profesores y amigos y aprender cuestiones tan importantes como saber "decir no" y resolver conflictos, sentando bases sólidas para el desarrollo de su autoestima.





DECÁLOGO PARA HACER DE SU HIJO UN DELINCUENTE (Juez Emilio Calatayud)

El popular juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, conocido por sus sentencias educativas y orientadoras, ha publicado un libro "Reflexiones de un juez de menores" (Dauro) en el que inserta un "Decálogo para formar un delincuente ".
Es muy interesante. Dice así:
1: Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
2: No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3: Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
4: No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
5: Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6: Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7: Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
8: Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
9: Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
10: Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.












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